ANTES DE LA TRAGEDIA
Adivinen quién viene de la Venezuela Premium.
Exacto. Daisy.
Nació y creció en Caracas, Venezuela. Hija de un matrimonio de empresarios enchufados al gobierno, tuvo todos los lujos y oportunidades desde la cuna. Esta chica nunca tuvo que pasar trabajo, al menos no durante su infancia y adolescencia.
Infancia durante la cual, por cierto, mostró interés por la medicina. Su juego interpretativo favorito era ir por la casa revisando, diagnosticando e inyectando a sus niñeras. Esto captó la atención de sus padres, quienes decidieron que la llevarían por el camino de la medicina.
Con ayuda de sus contactos, lograron que la pequeña comenzara a hacer visitas en las mejores clínicas privadas del país para que aprendiera la carrera de manera extracurricular. De esta manera, la pequeña se educó como médica desde niña, y demostró tener talento para ello.
De nuevo, con ayuda de los contactos de sus padres, lograron que su ahora pre-adolescente hija, estudiara secundaria a la par que realizaba un pre-grado en medicina en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), reconocido organismo a nivel nacional e internacional en el campo de la ciencia. A sus 14 años, el IVIC decidió concederle una beca para realizar estudios de post-grado en ingeniería biomédica en el extranjero, hecho que se volvió noticia internacional, y captó la atención de la tan famosa Hope's Peak Academy.
De esa manera, Daisy estudió su bachillerato bajo el título de Biomédica Definitiva.
DURANTE LA TRAGEDIA
No todos los días ocurre un estallido social que colapsa al país entero en el que vives. Y no, Daisy nunca vivió los conflictos sociales que ocurrieron en Venezuela; de nuevo, ella vivía en una burbuja socioeconómica lo suficientemente grande como para permitirle decir: "¡Venezuela está de pinga!"
Todo ocurrió un año después de graduarse; Daisy se quedó en la Hope's Peak Academy para seguir llevando a cabo sus investigaciones. No sabía exactamente cómo defenderse cuando El Desfile estalló en la Hope's Peak Academy. De no ser por los guardaespaldas que sus padres contrataron cuando se mudó al extranjero, lo más probable es que la muchacha no hubiese sobrevivido.
Esta vez, con ayuda de los contactos que Daisy hizo durante sus estudios en la HPA, logró escapar de Japón y esconderse en zonas seguras que le permitieron sobrevivir los primeros años de La Tragedia. Al menos fue así, hasta que el lugar donde se escondía también colapsó, y se vio obligada a regresar a Venezuela.
Ahora en su país natal, bajo el cuidado de sus padres, regresó al IVIC para ayudar al resurgimiento del país con sus investigaciones. Y allí planea mantenerse, hasta que alguna fuerza mayor la saque de su zona de confort.